Recientemente varios medios de comunicación anunciaron que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la condena al Dr. Leandro Rodríguez Lastra. La sentencia del 30/9/21 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dice textualmente, según lo publicado en SAIJ :
«Vistos los autos: “Recurso de hecho deducido por la defensa en la causa Rodríguez Lastra, Leandro Javier s/ incumplimiento de los deberes de funcionario público”, para decidir sobre su procedencia. Considerando: Que el recurso extraordinario, cuya denegación motivó esta queja, resulta inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). Por ello, se desestima la presentación directa. Declárase perdido el depósito efectuado. Notifíquese y, oportunamente, archívese.» Asimismo, en el Sumario publicado en la web citada se lee: «El recurso extraordinario deducido por la defensa de un médico ginecólogo contra la sentencia que lo condenó a la pena de prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer cargos públicos, en orden al delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, por impedir la práctica de un aborto legal a una joven que había quedado embarazada tras haber sido violada por un familiar, es inadmisible en virtud de lo dispuesto en el art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación».
No encontramos en los textos publicados que la Corte Suprema de Justicia haya tratado el fondo del problema en cuestión ni haya “confirmado” una condena injusta sobre nuestro colega. Aun así, no podemos entender las acciones jurídicas que no reconocen el recto accionar del Dr. Rodríguez Lastra, ya sea por formalidades de la ley y códigos procesales, como por la interpretación que algunos magistrados hicieron de la misma, ignorando el bien supremo que es el resguardo de la vida humana.
Por todo ello, como Asociación de Médicos por la Vida Tucumán queremos manifestar públicamente una vez más nuestro firme apoyo al Dr. Leandro Rodríguez Lastra, quien actuó con su mejor saber y hacer ante una emergencia que ponía en peligro la vida de dos personas, logrando finalmente salvar a ambas, y exhortamos a todos los colegas a seguir actuando según la recta conciencia, cuidando toda vida humana, desde su concepción y hasta la muerte natural, aun a riesgo de padecer injusticias humanas.
Invitamos a las Asociaciones Médicas pertinentes a pronunciarse sobre esta situación con claridad, ya que en tiempos de confusión es esencial proclamar la verdad sin cansancio, a tiempo y destiempo. Pedimos seriamente también a todos aquellos cuyos trabajos están relacionados con las leyes que recuerden que la vida es el bien supremo sin el cual dejan de existir los demás derechos.
Finalmente, hacemos un llamado a que todos recordemos que nuestro juicio último, más allá de leyes humanas temporarias, será verdaderamente justo y tendrá en cuenta la rectitud de intención que guió nuestras acciones. Ojalá podamos actuar en consecuencia.