Este 24 de septiembre de 2.021, en el día en que los tucumanos veneramos a Nuestra Señora de la Merced con especial devoción por su intervención palpable en nuestra historia, los Médicos por la Vida Tucumán queremos invocar su advocación como Redentora de cautivos.
Sabemos que la situación que atravesamos es compleja y que sólo el tiempo nos dará verdadera luz sobre estos tiempos difíciles que nos toca vivir. Sin embargo, notamos preocupados que el espíritu de lucha que nos llevó hace apenas un par de años a defender con pasión la vida y la familia, parece haber perdido su capacidad de dolerse ante el drama del aborto. Por eso hoy levantamos nuestra voz una vez más advirtiendo que EL ABORTO DESHUMANIZA.
Deshumaniza al niño por nacer, ninguneando su valor intrínseco y su derecho a vivir por sí mismo. Deshumaniza a la madre que, quizás abrumada por circunstancias difíciles o confundida por la fuerte propaganda abortista, elige matar a su hijo, dañando también su propia vida. Deshumaniza a todo el equipo de salud que facilita los abortos, violentando así su juramento más sagrado de cuidar la vida, especialmente la más vulnerable, como es la que transcurre en el vientre materno. Deshumaniza a la sociedad, que silencia este drama como si fuera un tema superado, siendo que perder el horror ante este crimen es también el suicidio de la humanidad, como profetizara el Santo Padre Pío de Pietrelcina. *
Todo esto se vio reflejado, como es de público conocimiento, cuando a fines de agosto pasado en Tartagal, una madre que se había arrepentido de pedir abortar a su hija de 22 semanas de gestación se topó con un equipo de ¿salud? que ignoró su pedido de seguir adelante con el embarazo y forzó un nacimiento prematuro de una niña que, según lo informado por los medios, luego fue asfixiada hasta morir.
Es difícil comprender cuánta DESHUMANIZACIÓN atravesó a todos los involucrados directa e indirectamente en esta trágica historia que, sospechamos, no debe ser única. Cada vez más se observa una aparente anestesia ante el horror del aborto por parte de jóvenes mujeres que se acercan pidiendo la ejecución de un legalizado, aunque inexistente, “derecho” a matar a su propio hijo, sin siquiera querer escuchar a quienes buscan de verdad ayudar a salvar las dos vidas.
Por eso en este día tan especial queremos pedir la especial intervención de la Madre de Dios en su advocación de Nuestra Señora de la Merced, especialmente cercana a los tucumanos, para que nos libere de las esclavitudes que rodean al aborto y que impiden vivir una verdadera libertad; que nos libere de las mentiras, del temor, del cansancio, de la comodidad, y de todo aquello que nos impida seguir trabajando y luchando para que el aborto sea IMPENSABLE y para que se respete toda vida humana, porque NADIE SOBRA Y TODA VIDA VALE.
* https://www.aciprensa.com/noticias/estas-fueron-las-palabras-del-padre-pio-sobre-el-aborto-12112