Conocido el resultado de la votación del proyecto de ley de aborto, agradecemos de corazón el coraje de los 38 Senadores que defendieron con convicción los derechos de las mujeres y los niños por nacer, levantando la voz por los más indefensos, para darles una Argentina más digna e inclusiva.
No somos ajenos a la profunda grieta que este debate produjo en las entrañas de nuestra sociedad, y que necesitamos curar para construir un futuro para todos. Aún con miradas distintas, compartimos la preocupación por la salud y la vida de las mujeres. Por eso convocamos a un sincero diálogoa quienes, con honestidad, creyeron que la legalización del aborto sería la solución a los problemas de la mujer y a trabajar juntos, desde todos los sectores, por soluciones integrales, superadoras y verdaderamente humanas.
Este debate permitió comprender que la mayor parte de los argentinos reconoce que la vida es un bien innegociable y un derecho humano fundamental y que es posible combatir las tragedias de la mortalidad materna y el aborto. De ahora en más, comienza un trabajo arduo pero esperanzador para diseñar políticas públicas de salud que contemplen los derechos de las dos vidas, mediante la prevención a través de educación integral de la sexualidad, planificación familiar, controles frecuentes del embarazo, mejoras en el sistema de atención de embarazos vulnerables y de riesgo, contención y acompañamiento, y mejoras en el sistema de adopción.
En el Senado y la Cámara de Diputados aguardan hoy una cantidad de proyectos de ley que tienen esta mirada integral al problema que nos convocó durante todos estos meses. Ninguno de ellos atrajo la atención del arco político durante este debate.
Comprometidos con los Derechos Humanos de todos, necesitamos propuestas superadoras e integrales, para que no mueran más mujeres ni niños por nacer, por aborto legal ni clandestino. Nuestro Congreso ya se ha expresado y lo reiteramos: ¡No más división entre argentinos! ¡No más aborto en nuestra patria! Argentina unida, ¡salvemos las dos vidas!
